El Caracol de Borgoña también está conocido bajo el nombre Caracol de Viña. Este molusco gasteródopo, en su estado adulto, puede llegar a tener una altura de 4,5 cm y una anchura de 4 cm y es hermafrodita.
Le gusta las zonas de mucha humedad, no aguanta temperaturas muy altas y busca los suelos calcáreos, donde puede depositar sus 40-65 huevos, así como invernar durante la época fría. Con una edad de 2-5 años se considera maduro y suele vivir unos 8 años, incluso hasta 35 años en algunos casos.
Es comestible y se considera un gran manjar. Antiguamente, su cuerpo no se consideraba carne, por lo que era permitido comerlo durante la cuaresma y en los monasterios y grandes haciendas se cultivaba para este fin. Todavía hoy en día, hay más ejemplares en dichas zonas que en el resto del campo.
Estos ejemplares son de Dinamarca, donde hoy en día el Caracol de Borgoña está protegido. Sólo se permite recolectarlo en pequeñas cantidades, pero nunca con fines comerciales. Una vez cocinados, se conocen gastronómicamente como escargots y se suele preparar con una salsa de mantequilla de hierbas.
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