La amapola es una flor especialmente bonita, que nos alegra la vista con esos pétalos rojos como la seda, que tan poco tiempo duran. Suelen formar verdaderas "mantas" rojas en los campos de cereales, caminos, zonas ferroviarias y terrenos yermos y a veces en compañía de azulejos (como en la imagen). Una perfecta combinación de colores.
Para ver a su "prima", la amapola amarilla, hay que subir cerca de las cumbres montañosas. Este ejemplar estaba en el Pirineo Aragonés.
Y cuando menos se espera y de repente, se ven ejemplares blancos. ¿Serán albinos?
También existe la Amapola de California, que tiene hojas y flores bastante diferentes. Su nombre se debe a que es la flor nacional de California, aunque también se encuentra en España, especialmente en Tenerife.
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