EL “CAMELUS DROMEDARIUS” DE SINAI
Hay dos clases de camellos: el del Bactriana (Camelus ferus o
Camelus bactrianus) con dos gibas y el dromedario (Camelus dromedarius) con
solo una.
Camelus Dromedarius de Sinai |
El CAMELUS DROMEDARIUS es un animal de carga y el más útil de
África, aunque tiene fama de ser bastante antipático y obstinado; no obstante,
en el desierto de Sinai, es un animal muy querido por los beduinos. A pesar de ser dromedarios, ahí los llaman
camellos. Los cuidan mucho y los bañan a
menudo en el Mar Rojo.
Cuando llega un
camello pequeño al pueblo, se corre la voz y en seguida lo rodean los niños.
Si hace frío por la noche, los tapan con mantas.
Este animal ungulado está hecho para vivir en el desierto. Su
nariz y sus pestañas se pueden cerrar para protegerse de la arena y sus labios
arrancan plantas secas y espinosas sin dañarse
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Aquí con una Collalba Monje |
.
Ha desarrollado un arte de andar muy peculiar, beneficiada
por la forma de sus pies. Apoya la última falange y la punta de la penúltima
sobre la arena y mueven las dos patas del mismo lado simultáneamente. Por su
manera ondulatoria de avanzar algunos lo llaman el Barco del Desierto. Sus rodillas y tobillos tienen callosidades,
que los protege del ardor de la arena, al sentarse.
El amor al camello se refleja en el arte local y sus siluetas
ilustradas son una bonita estampa.
Este animal tiene gran capacidad de sobrevivir a las más
altas temperaturas, bebiendo tan solo en contadas ocasiones y soportando una
elevadísima deshidratación, en comparación con otros mamíferos. Asimismo, puede
regular su temperatura corporal hasta 40º C con el fin de evitar pérdida de
agua. Se calcula que un camello puede recorrer 1.000 km sin beber, siempre que se
le permita alimentarse de hierbas. Tolera hasta un 40% de pérdida de peso. A partir de 35ºC de temperatura ambiente busca
agua y puede beber hasta 130 litros en 15 min., y así recuperar su peso
normal. En contra de la creencia
popular, no almacena agua en la giba, sino grasa (hasta 36 kg.) de la que puede nutrirse e incluso generar
agua, si es necesario.
Su tiempo de gestación es de 13 meses y tiene una cría cada
dos años. La leche es muy nutritiva y
dulce. El pequeño tarda 5 años en ser autosuficiente.
Después de trabajar unos 25 años, lo retiran del trabajo y
viven el resto de la vida solos en el desierto, alimentándose de pequeños
arbustos y de las hojas de las acacias.
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Érase una vez un beduino que tenía un solo camello, al que
cuidaba y tenía mucho aprecio porque era su medio de transporte y su única
compañía cuando atravesaba el desierto. Por eso, siempre se preocupaba de que
al animal no le faltase de nada.
Una noche especialmente fría en el desierto, el hombre se
instaló dentro de la carpa bien cómodo y calentito, mientras que el camello se
quedó fuera y empezó a notar la bajada de temperaturas pese a que su dueño se
había preocupado de encender una gran hoguera. Antes de la medianoche, el
camello despertó al beduino y le pidió si podía meter la cabeza dentro de la
tienda porque no soportaba el frío. El comprensivo dueño le dijo que no había
problema y se puso de nuevo a dormir. Al rato, volvió a interrumpirle el sueño
y le pidió meter también el cuello, a lo que el hombre accedió. Apenas había
pasado media hora cuando el animal le despertó para acabar de meterse dentro.
Cuando estuvo instalado, el camello le dijo: «No hay espacio para dos» y el
pobre y generoso beduino salió fuera y acabó cogiendo un fuerte resfriado.
A veces, hay personas que abusan de la confianza de
los demás sin considerar que hay límites que no se pueden pasar.
son unas foto, como siempre, muy buenas, bien enfocadas, acompañadas de detalles de su vida con los beduinos del Sinai, finalizando el reportaje con un precioso cuento popular de los Beduinos.
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